Los diarios digitales, gracias a su gratuidad y a su fácil acceso, se están haciendo muy populares entre los usuarios de Internet. Periódicos tradicionales como el The Daily Telegraph o el San José Mercury New comenzaron a publicar la edición impresa en formato digital para la Red allá por 1994 y desde entonces no han sido pocos los que han tomado su ejemplo. Y es que los dueños de los medios convencionales empezaron a ser conscientes de las posibilidades que ofrece la hipertextualidad aplicada a la prensa.

El hipertexto no es sólo útil para la creación de ficción, como hemos visto en post anteriores. Desde mediados de los años noventa, se ha convertido también en una poderosa herramienta para suministrar contenido real a los usuarios. Las publicaciones digitales se valen de este sistema para completar sus noticias con una información que difícilmente podrían reflejar en la prensa escrita.

El lector, que antaño sólo podía ceñirse a lo que la reseña le describía y su memoria le recordaba, tiene a un clic una hemeroteca con episodios similares y una amplia galería de recursos gráficos y de información para entender mejor una noticia. El hipertexto rompe las barreras espacio-temporales de las noticias porque puede poner de actualidad una información antigua sin necesidad de visitar una hemeroteca física. Además, gracias al hipertexto, el lector puede relacionar todos los antecedentes y extraer sus propias conclusiones. En definitiva, los hipervínculos invitan al usuario a que deje de ser un receptor pasivo y se deje llevar por la curiosidad para saber más.

Como futuros comunicadores, estamos acostumbrados a la construcción de noticias en base al criterio de pirámide invertida. Es decir, situamos al comienzo un resumen del hecho noticioso para desarrollarlo a continuación con todo lujo de detalles. El hipertexto se presenta como recurso periodístico en el formato digital del medio, ya que abre las posibilidades que la estructura piramidal cerrada no ofrecía.

El hipertexto permitirá eludir detalles bibliográficos o piezas contextualizadoras porque un enlace hipertextual aclarará esta información al lector. Por tanto, la comprensión del lector se ve favorecida gracias a la eliminación de pasajes costosos de leer. Por otra parte, el redactor tendrá que esforzarse más en la elección de los elementos informativos. El hipertexto proporcionará una modalidad de autoservicio al lector; él elige la información que desea tener y la cantidad.

El diario Los Angeles Times es uno de los pioneros en la incorporación de hipertexto. Los redactores de la edición digital escriben textos cortos que se unen a través de enlaces hipertextuales, creando así un conjunto orgánico con unidad temática.

Fuente de información: Ramón Salaverría (1999). De la pirámide invertida al hipertexto. Hacia nuevos estándares de redacción para la prensa digital. Revista de Asociación de Técnicos de Informática.